Van 157 ballenas adultas y 27 crías de ballena gris observadas en BCS
Esta temporada luce más alentadora que la de 2022, ya que en todo el mes de enero del año pasado, se contaron apenas tres madres con cría.
La ballena gris (Eschrichtius robustus), mexicana por nacimiento, sigue llegando en su épica migración anual de cerca de 12 mil kilómetros, desde las heladas aguas del Canal de Bering, en Alaska hasta Bahía Magdalena, Bahía Almejas, el Canal de Santo Domingo, donde se encuentra el Puerto Adolfo López Mateos, y la Laguna San Ignacio, en Baja California Sur.
En entrevista con Excélsior, el doctor Jorge Urbán, uno de los científicos que más saben de ballenas en el mundo, informó que esta temporada luce más alentadora que la de 2022, ya que en todo el mes de enero del año pasado, se contaron apenas tres madres con cría, y ahora en el primer censo del 23 de enero habían nueve y en el segundo del 28 de enero 14, para un total de 23 madres con cría, lo que representa un incremento de 766 por ciento.
El profesor de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), y responsable del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos (PRIMMA), destacó que, aunque este año se han visto menos ballenas solas que en 2022, hay confianza de que el número se recupere en las próximas semanas, ya que probablemente viene retrasadas y lleguen más tarde.
«En cuanto a la mortalidad, no hemos visto ballenas muertas, excepto una cría, en Magdalena, pero es normal, donde nacen se ven crías muertas, lo preocupante es cuando se ven ballenas adultas muertas, y por ahora todavía no podemos decir que continúa la alta mortalidad, pero apenas estamos empezando la temporada», explicó.
El doctor en Ciencias, detalló que es muy pronto para analizar la condición corporal de la ballena gris que en los últimos seis años perdió el 30 por ciento de su población por desnutrición, al pasar de un estimado de 27 mil a menos de 20 mil ejemplares.
A lo largo de la ruta migratoria de la ballena gris, se documentaron 214 muertes de ejemplares en 2019, 81 de ellas ocurridas en México; en 2020 fueron 174 decesos con 90 en México y en 2021, al menos siete ballenas vararon en la Laguna San Ignacio, aunque podrían ser más, debido a que el conteo estuvo limitado por la pandemia de COVID-19.
En las necropsias practicadas a los cadáveres con apoyo de expertos de Estados Unidos y Canadá, se observaron ballenas flacas, desnutridas, con aproximadamente 40 por ciento menos peso de lo normal, que es de entre 35 y 40 toneladas.
Al parecer, la ballena gris enfrenta un fenómeno cíclico de selección natural, que ahora está exacerbado por efectos del cambio climático, donde se conjugan tres factores: la abundancia de la especie, con cifras importantes de recuperación después de que se prohibió su cacería; el deshielo en el Mar de Bering, donde pasan gran parte del año, y la escasez de alimento en el fondo marino por la falta de cobertura glaciar.
Hasta el momento, PRIMMA tiene contabilizadas 27 madres con cría y 130 ejemplares solos que han llegado en esta temporada 2023 a Bahía Magdalena, Bahía Almejas, Canal de Santo Domingo y Laguna San Ignacio.