Vagabundo reincide después de ser liberado de prisión; no encontró dónde vivir

Vagabundo reincide después de ser liberado de prisión; no encontró dónde vivir

Un hombre sin hogar en Australia Occidental, identificado como David Ambrosius, de 48 años, volvió a reincidir pocas horas después de ser liberado por un tribunal, en un intento desesperado por asegurar su reingreso a prisión debido a la falta de vivienda disponible en la región.

De acuerdo con la radiodifusora pública australiana ABC, David había solicitado una sentencia de prisión de dos años tras ser juzgado por provocar un incendio en el abandonado Batavia Motor Inn en Geraldton (en el oeste del país) en julio de 2023, argumentando que la falta de hogar y de servicios de apoyo lo dejaría en una situación vulnerable si quedaba en libertad.

El Batavia Motor Inn, lugar donde Ambrosius provocó el incendio, fue demolido en gran parte poco después del incidente, dejando solo un edificio en pie en el sitio. Durante años, el lugar había sido considerado una monstruosidad por los lugareños de Geraldton, pero para David, era uno de los pocos refugios disponibles en la región.

Durante la audiencia celebrada el lunes en el Tribunal de Distrito de Geraldton, Ambrosius, quien se representó a sí mismo, expuso su caso al juez David Maclean. Explicó que al no tener un lugar donde vivir, consideraba que la cárcel era la única opción viable para él.

Afirmó que si se le dejaba en libertad, no tendría otra opción más que reincidir. «Si me liberan, estaré reincidiendo. Estaré en las mismas circunstancias y tendré que reincidir», dijo Ambrosius en un intento de convencer al juez de imponerle una pena mayor.

Sin embargo, el juez Maclean, basándose en la Ley de Sentencias, determinó que el delito cometido no era lo suficientemente grave como para justificar una condena prolongada en prisión. El juez consideró que el incendio, provocado por Ambrosius en una noche fría mientras pernoctaba en el Batavia Motor Inn, fue un incidente menor. El fuego, que comenzó entre basura, maleza y pasto, fue controlado rápidamente por los bomberos sin que se reportaran daños significativos.

El juez también tomó en cuenta un informe psicológico presentado ante el tribunal, en el cual se mencionaba que David padecía de trastornos de personalidad y tenía una «predisposición biológica» a los trastornos por abuso de sustancias, factores que complicaban su capacidad para adaptarse a las normas sociales.

Pese a los argumentos de Ambrosius, el juez determinó que el tiempo que ya había pasado en prisión desde su detención en noviembre por violar las condiciones de su fianza era suficiente y ordenó su liberación inmediata.

No obstante, pocas horas después de ser liberado, Ambrosius fue arrestado nuevamente, esta vez acusado de allanamiento de morada y daños a la propiedad. En una nueva comparecencia ante el Tribunal de Magistrados de Geraldton el martes, David se declaró culpable de los cargos y recibió una multa suspendida de 300 dólares, junto con otra multa suspendida de 100 dólares por un cargo anterior de invasión. Las multas solo se ejecutarán si reincide en los próximos siete días.

El caso de Ambrosius puso de manifiesto una problemática social más amplia relacionada con la falta de vivienda en Australia Occidental. Según Kath Snell, directora ejecutiva de Shelter WA, cada vez es más común que personas sin hogar cometan delitos menores con el objetivo de garantizar su ingreso en prisión, donde al menos pueden asegurar un techo y comida. Esta tendencia subraya una «falla en la oferta de alojamiento» para las personas más vulnerables de la sociedad.

Kieran Wong, presidente de la organización, destacó que las estadísticas nacionales revelan que dos de cada cinco adultos que ingresan a prisión en Australia Occidental no tienen hogar en los 30 días previos a su encarcelamiento. Además, los prisioneros tienen 100 veces más probabilidades de quedarse sin hogar que la población general.

«Las cárceles pueden estar sirviendo inadvertidamente como proveedores de vivienda para algunos de los individuos más vulnerables de la sociedad, una clara indicación de falla sistémica», concluyó Wong.

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