Cowboys propina paliza a Washington en el juego del domingo por la noche
Dak Prescott lanzó cuatro pases de touchdown, DeMarcus Lawrence devolvió una intercepción para una anotación y los Cowboys de Dallas celebraron haber asegurado el título de la División Este de la Conferencia Nacional incluso antes de comenzar el encuentro con una paliza 56-14 sobre Washington.
Los Cowboys (11-4) empataron el récord de la franquicia de puntos en la primera mitad al tomar una ventaja de 42-7, y frustraron a Washington al punto que los linieros defensivos Jonathan Allen y Daron Payne se liaron a golpes en la banca.
Dallas no necesitaba de un triunfo para sumar el título divisional al boleto de playoffs que aseguraron con la derrota de San Francisco ante Tennessee tres noches antes. La victoria de Las Vegas 17-13 sobre Denver una hora antes del partido fue suficiente.
A Prescott y compañía no pareció importarles, y lograron la mayor cantidad de puntos en la historia de la franquicia, incluyendo postemporada, desde que derrotaron 59-14 a San Francisco en 1980.
Washington (6-9) permitió su mayor cantidad de puntos desde 2010 y sufrió la derrota más abultada para cualquier equipo en la histórica rivalidad, que tiene 123 partidos.
Prescott empató un récord del equipo de pases de touchdown en una mitad con cuatro antes del medio tiempo – uno cada uno a un running back, Ezekiel Elliott; un tight end, Dalton Schultz; un receptor, Amari Cooper; y al tackle suplente Terrence Steele, quien se alineó como ala cerrada y recibió completamente solo un envío de Prescott en una jugada de engaño de una yarda.
Elliott anotó dos veces, con un acarreo de 11 yardas para una ventaja de 28-7, luego de abrir el marcador con una recepción de cinco yardas.
Taylor Heinicke, en su segundo inicio consecutivo ante Dallas luego de perderse un partido por Covid-19, permitió la 11ra intercepción de Trevon Diggs, la mayor cantidad en la NFL esta campaña, en la primera jugada ofensiva de Washington, que jugó apenas cinco días después de perder ante Filadelfia en un partido aplazado por el coronavirus.