EU y Corea del Sur piden que las tropas norcoreanas salgan de Rusia
Los secretarios de Defensa de Estados Unidos y Corea del Sur, Lloyd Austin y Kim Yong-Hyun, demandaron a Corea del Norte retirar de inmediato las tropas enviadas a Rusia. Según informes de Washington, unas 10 mil tropas norcoreanas están actualmente en territorio ruso y podrían ser utilizadas en el conflicto contra las fuerzas ucranianas.
Durante una conferencia en el Pentágono, Austin declaró: «Les pido que retiren sus tropas de Rusia». Afirmó que Estados Unidos trabajará junto a sus aliados para prevenir que estas tropas norcoreanas sean empleadas en combate. Sin embargo, también advirtió que Moscú podría optar por desplegarlas, lo que generaría mayores tensiones.
Austin subrayó que, en caso de que las tropas norcoreanas luchen junto a soldados rusos, las fuerzas ucranianas tendrían derecho a defenderse. Por su parte, Kim Yong-Hyun advirtió que el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia podría intensificar las amenazas a la seguridad en la península coreana, sumando más incertidumbre a la situación actual. Las autoridades de Washington y Seúl confirmaron que detectaron un pequeño grupo de estas tropas en la región rusa de Kursk, donde las fuerzas ucranianas han llevado a cabo una ofensiva desde agosto.
Expertos sugieren que a cambio del envío de tropas, Corea del Norte podría estar buscando apoyo militar y tecnológico de Rusia, incluyendo tecnología avanzada de satélites y submarinos. El ministro surcoreano especuló que Pyongyang podría solicitar transferencias de tecnología para fortalecer sus propios programas de armamento.
Sin embargo, Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante la ONU, negó la presencia de soldados norcoreanos en el conflicto y calificó las acusaciones de “mentiras descaradas”.
Pyongyang también rechazó haber enviado tropas, aunque ha profundizado su alianza militar y política con Moscú desde el inicio de la guerra en Ucrania.
En paralelo, la ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, anunció su visita a Moscú para una serie de conversaciones estratégicas con su homólogo ruso. Esta visita ocurre en medio de crecientes dudas sobre los vínculos militares entre Rusia y Corea del Norte, y con China también involucrada en diálogos sobre la situación en Ucrania.