CUANDO EL IXTLERO HABLA

YA NO SE SI ES DESESPERACIÓN

El que anda desesperado por ser más conocido es RICARDO MEJÍA BERDEJA con sus niveles de popularidad, tal parece que sus asesores están batallando para posicionar al “Tigger” en Coahuila, y volvemos a lo mismo, en Coahuila las cosas se cuecen diferente, en el norte de México las cosas no son como en el sur o en el centro.

Aquí los ataques y políticas de odio, salen sobrando, aquí buscamos la manera de ser amigos aunque el día de ayer nos hayamos agarrado a golpes en una cantina, aquí pasamos la página rápido, mientras que el acapulqueño trae el rencor bien guardado, al igual que todo su círculo político.

Dicen los que saben que quien lobos anda, a aullar se enseña, y es que veamos el cuadro político que trae Mejía Berdeja, puro pluri a su alrededor, pura gente frustrada con siempre perder, puro sediento de poder, ese es un detalle difícil para una política exitosa.  

Como hombre, estoy seguro de que nadie permitiría que en el pacto político que hice con el PT, las letras chiquitas digan que tenga “apaciguada” a mi esposa, tanto en redes sociales como en la vida pública, la desesperación fue tanta de Mejía para conseguir un boleto a la contienda electoral, que tuvo que sacrificar la paz matrimonial, y ponerle un alto a MARLENNE CAÑAS, quien tuvo que cerrar su cuenta de Instagram.

Tanta fue la desesperación de MEJÍA, que no le quedó de otra que vestirse de rojo, por más que esos colores le recuerden al PRI que tanto odia, porque él cree que puede tener un milagro político, que se ve difícil.

Y sé que al menos tres personas leen esta columna, y mis palabras no son en vano, así que analicemos bien esta aspiración política, simple: cuál es el patrón del niño que inicia una balacera en su escuela (ojo NIÑO); siempre es aquel al que le hacían bullying, al que sus compañeros lo rechazaban, al que la niña bonita del salón le dice siempre que no, el ‘rarito’ ante la sociedad que el salón cataloga normal; los niños descubren un arma (o poder en este caso) y se arma la masacre, llevándose de encuentro a muchos inocentes.

Se imaginan un político frustrado que no ha ganado nada en su vida, que anda de partido en partido para ver en dónde sí puede lograr algo, el cual está rodeado de pura gente que le mete cizaña de “la realidad del Estado” y que asegura que va llegar para destapar la cloaca de la corrupción y mil promesas que después nunca se cumplen, lo primero va ser que la inseguridad se detone a los cielos, pues el poder se puede subir a la cabeza y si alguien conoce gente peligrosa por su chamba pasada, es “El Tigre”, y va necesitar quien le ayude a poner orden a su estilo.

Hasta donde llega la desesperación de un político que se convierte en el patiño del PT y su militancia, poniéndose un chaleco de peluche de tigre, ya el seguirle el juego a la militancia del PT es suficiente pena, ahora el chaleco es el último clavo al ataúd de la dignidad… pero, en fin, ya despertó tigre o sacó su animal interno…. Ayyy grrr.