El breve incómodo
Cátedra les tuvo que dar el alcalde más joven de Coahuila a algunos con más experiencia, tal pareciera que no pueden controlar lo que pase en su municipio en cuestión animal, así que menos en cuestiones como seguridad o crecimiento económico.
RAMIRO DURÁN salió más paciente, que la gente de Castaños, la fórmula y muy simple: dejen a la naturaleza en paz.
Que no les extrañe también que el desarrollo de Castaños muera al igual que el pequeño osezno que solo buscaba tomar agua, pero en fin, siempre me preguntaba, ¿algún día Castaños dejará de ser solo un pueblo de carretera?
Al parecer en este periodo con el alcalde que tienen, no pasará, esperemos que algún día alguien le haga justicia a Castaños y no nos quedemos con la imagen de que los que salen de ahí, salen huyendo.