En el limbo nuevo plan de acción para la conservación de la vaquita marina
La Semarnat no respondió a la solicitud de información sobre la implementación del plan de acción para la conservación de la vaquita marina.
A ocho días de que venció el plazo establecido por la comunidad internacional para que México presentara y pusiera en marcha un nuevo plan de acción para la conservación de la vaquita marina, todo sigue igual en el Alto Golfo de California.
En plena temporada de pesca de camarón y curvina golfina con redes prohibidas de enmalle, sólo hay cuatro inspectores federales y un coordinador asignados a San Felipe, Baja California, que de manera intermitente hacen revisiones una o dos veces a la semana en el muelle oficial de Fondeport, mientras que la mayoría de las embarcaciones menores siguen utilizando la bajada prohibida del malecón.
En tanto, en Puerto Peñasco, hay tres elementos de la Profepa y en la comunidad del Golfo de Santa Clara, Sonora, la presencia es nula desde 2019, a pesar de que hay una gran actividad pesquera durante todo el año.
El 13 de noviembre de 2022, el Comité Permanente de la CITES, (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), conformado por representantes de Asia, Europa, América del Norte, América Central, América del Sur y El Caribe, lanzaron un ultimátum contra México para que presentará a más tardar el 28 de febrero de 2023, un plan de acción efectivo «que ofrezca resultados inmediatos y medibles», para proteger a la vaquita marina de la extinción, ya que de lo contrario se aplicarían sanciones comerciales.
En entrevista publicada por Excélsior, la titular de la Profepa, Blanca Alicia Mendoza Vera, reveló que el 9 de febrero, el Gobierno de México envió a la Secretaría General de la CITES, el nuevo plan de acción para la conservación de la vaquita marina, donde promete mano dura contra el tráfico ilegal de pez Totoaba y la eliminación de todas las redes de enmalle en la región.
Para el 17 de febrero, la CITES entregó comentarios solicitando que la estrategia se elaborara en un formato diferente, que las acciones puntuales se organizaran en cuatro o cinco grupos principales, además de que se estableciera una jerarquización y una línea base con pasos a seguir y plazos para asegurar su cumplimiento.
Posteriormente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reveló en un comunicado de prensa, que el 27 de febrero la Misión Permanente de México ante las Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales con sede en Ginebra, entregó la segunda versión del plan de acción con las correcciones sugeridas a la Secretaría General de la CITES.
Según la Profepa, hasta la fecha no hay respuesta oficial por parte del organismo internacional, y por lo tanto, no se ha puesto en marcha la nueva estrategia para el Alto Golfo de California.
Por su parte, la Semarnat no respondió a la solicitud de información sobre la implementación del plan de acción para la conservación de la vaquita marina, que de acuerdo a la resolución del Comité Permanente de la CITES, tendría que estar en operación desde el pasado 28 de febrero.
La comunidad internacional estableció que en caso de que México no cumpla con el mandato o que el plan de acción no sea suficiente, se prohibirá la venta al exterior de especies protegidas, partes o derivados de nuestro país, como es el caso de aletas de tiburón, caballitos de mar, piel de cocodrilo, madera de caoba, candelilla o trofeos de caza deportiva de borrego cimarrón, entre otras.
Las eventuales sanciones comerciales impactarían principalmente en los bolsillos de pequeñas comunidades rurales, que viven de estas exportaciones reguladas por la CITES.