Hongo se propaga en los hospitales y preocupa a las autoridades de EU por alza en infecciones
La Candida auris puede ser difícil de identificar con las pruebas de laboratorio estándar, lo que dificulta aún más el tratamiento adecuado y temprano.
Un hongo que representa “una amenaza urgente de resistencia a los antimicrobianos”, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, ya se ha detectado en más de la mitad de los estados del país.
La Candida auris, es tan preocupante porque a menudo es resistente a los medicamentos antimicóticos, lo que dificulta el tratamiento de infecciones. También puede ser difícil de identificar con las pruebas de laboratorio estándar, lo que dificulta aún más el tratamiento adecuado y temprano.
Una fiebre alta con escalofríos que no mejora después de tomar antibióticos puede ser un signo de infección por Candida auris. Las personas que están muy enfermas, tienen dispositivos médicos invasivos como ventiladores mecánicos o tienen estadías largas o frecuentes en el hospital corren un riesgo particular de contraer infecciones, según el informe.
«El rápido aumento y la propagación geográfica de los casos son preocupantes y enfatizan la necesidad de una vigilancia continua, una capacidad de laboratorio ampliada, pruebas de diagnóstico más rápidas y cumplimiento de la prevención y el control de infecciones comprobados», dijo en un comunicado la líder del estudio, la Dra. Meghan Lyman.
El hongo se detectó por primera vez en los Estados Unidos en 2016. Pero “se propagó a un ritmo alarmante” entre 2020 y 2021 en los centros de atención médica, de acuerdo con los CDC en un memorando publicado el lunes y continuó propagándose en 2022. Otros países también informaron una mayor propagación del hongo, dijeron los investigadores.
A fines de 2022, se identificaron más de 8 mil casos de Candida auris en 28 estados y Washington, DC. Si bien por lo general no es una amenaza significativa para las personas sanas, los brotes de Candida auris son una gran amenaza en los entornos de atención médica, donde el hongo puede ingresar al torrente sanguíneo de los pacientes y causar infecciones graves y mortales, dijeron los CDC.
Las personas enfermas, las que permanecen en el hospital a largo plazo y los pacientes con dispositivos médicos invasivos (como catéteres o vías intravenosas) son los más vulnerables. La presión ejercida sobre el sistema de atención médica por la pandemia de covid-19 puede haber permitido que el hongo se propague más rápidamente.