Labores de rescate por sismo se ralentizan en Afganistán
Los socorristas intentaban ayer en medio de fuertes lluvias llegar a zonas remotas del este de Afganistán donde un potente sismo dejó al menos mil muertos y miles de personas sin hogar
BERMAL, Afganistán.
Los socorristas intentaban ayer en medio de fuertes lluvias llegar a zonas remotas del este de Afganistán donde un potente sismo dejó al menos mil muertos y miles de personas sin hogar.
El sismo de magnitud 5.9 del miércoles derribó torres de telefonía móvil y líneas eléctricas, provocando deslizamientos de rocas y lodo que bloquearon las carreteras de montaña.
En los distritos más afectados fueron arrasados pueblos enteros. “Cuando salí de mi casa estaba todo tranquilo, la gente estaba sepultada debajo de sus casas. Aquí no queda nada”, dijo Zaitullah Ghurziwal, de 21 años.
El desastre supone un desafío logístico para el nuevo gobierno talibán de Afganistán, aislado internacionalmente por su régimen islamista de línea dura que discrimina en particular a mujeres y niñas.
Es muy difícil obtener información desde el terreno debido a la mala red” telefónica, dijo Mohammad Amin Huzaifa, responsable de información de la provincia de Paktika, muy afectada.
También explicó que el acceso es difícil ya que “la zona se vio afectada por inundaciones provocadas por fuertes lluvias”, que también provocaron desprendimientos de tierra que ralentizan las labores de rescate y dañaron las líneas telefónicas y eléctricas.
Cuando los talibanes tomaron el poder, en agosto, quedó interrumpida la ayuda internacional al país, que depende en gran medida de ella. Incluso antes del terremoto, Naciones Unidas advirtió de una crisis humanitaria que amenaza a toda la población.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que la organización está “movilizada por completo” y que desplegará equipos de salud y suministrará medicamentos y alimentos en la zona del sismo.