No queremos más tragedias como el Pinabete: Zulmma

Sabinas, Coahuila.- Durante su intervención en tribuna, la diputada Zulma Berenice Guerrero Cázares fijó una enérgica postura a favor del punto de acuerdo que exige transparencia en los procesos de licitación del carbón mineral en la región carbonífera de Coahuila, una zona históricamente ligada a la producción energética del paí

Guerrero Cázares, originaria de Sabinas, denunció que la región ha sido víctima de contratos opacos, procesos excluyentes y falta de supervisión técnica, lo que ha marginado a pequeñas empresas, trabajadores y comunidades enteras.

De forma contundente, la diputada recordó la tragedia ocurrida en la mina El Pinabete, donde 10 mineros perdieron la vida.
“La mina carecía de condiciones de seguridad, no contaba con concesión legal para operar y aun así entregaba carbón a la Comisión Federal de Electricidad. ¿Cómo es posible que esto haya ocurrido sin que ninguna autoridad lo detectara?”, expresó.

Subrayó que El Pinabete fue un caso emblemático de negligencia y corrupción, ya que la operación estaba a cargo de un supuesto propietario sin facultades legales, mientras que detrás se ocultaban quienes realmente controlaban el proyecto y obtenían las ganancias. La tragedia, ocurrida en la comunidad de Villa Ojita, dejó al descubierto la urgente necesidad de reforzar la vigilancia técnica, el cumplimiento ambiental y las condiciones dignas para los trabajadores.

La diputada sabinense respaldó la solicitud para que el Servicio Geológico Mexicano, la Secretaría de Economía y la Comisión Federal de Electricidad garanticen transparencia y verificación técnica en todos los procesos de licitación del carbón. Insistió en que deben aplicarse criterios públicos y objetivos que impidan el favoritismo y la simulación, y que se privilegie a empresas responsables y solventes.

Finalmente, llamó a los funcionarios del Gobierno Federal a realizar una gira de trabajo por la región carbonífera, afectada por altos índices de recesión económica y desempleo, para conocer de primera mano las necesidades de las comunidades.

“Queremos una región viva, productiva, pero también justa. No más minas sin condiciones, no más tragedias como la de El Pinabete”, concluyó.