¿Un rayo puede provocar un accidente de avión?
Los rayos solo impactan una o dos veces al año a un avión, pero en caso de que esto pase ¿puede provocar un accidente?
Un avión que despegó de la Ciudad de México con rumbo a Nueva York regresó al aeropuerto capitalino el martes pasado porque recibió el impacto de un rayo mientras se encontraba por el Golfo de México.
El incidente no provocó mayores daños al avión, ni hubo viajeros lesionados, pero la medida se tomó como precaución para evitar un incidente grave.
Que un rayo impacte a un avión solo ocurre una o dos veces al año, de acuerdo con estadísticas del Servicio Nacional de Meteorología en Estados Unidos.
Entonces, ¿puede un rayo provocar un accidente de avión?
No, los aviones modernos están diseñados y construidos con mecanismos conductores que toman la energía del rayo que lo impacta y reconduce la corriente, de acuerdo con el organismo.
Si a un avión le cae un rayo es necesario hacer una inspección obligatoria por algún tipo de daño, como la que se hizo con el avión impactado en la Ciudad de México. Lo anterior resulta costoso, por eso es que antes de despegar se evitan las tormentas.
Los aviones comerciales están diseñados para protegerse contra rayos, ya que incluso no se han reportado accidentes de avión por esta causa. Pero esto no engloba a los pequeños aviones privados o avionetas que se encuentran en fase experimental.
¿Qué pasa cuando le cae un rayo a un avión?
De acuerdo con la revista Scientific American, cuando un rayo cae en el avión impactará a alguna de las extremidades: la nariz o la punta del ala. Posteriormente la corriente viaja a través de la estructura y saldrá por otro extremo.
«La mayoría de los revestimientos de los aviones se componen principalmente de aluminio, que conduce muy bien la electricidad», refiere la revista.
Cuando un avión está bien construido la corriente del rayo permanecerá al exterior de la aeronave, incluso algunos cuentan con estructuras hechas de materiales menos conductores que el aluminio.
Los electrones del rayo se deslizan rápidamente sobre los metales y si se mueven por recipientes huecos, como la estructura de un avión o un coche, la corriente no llega al interior, menciona la enciclopedia Britannica. A este tipo de contenedores se les conoce como jaula de Faraday.
Además, los aviones deben estar diseñados para que ninguna tensión eléctrica dañe el equipo sensible o computadoras que hacen funcionar al avión.
Mucho menos que se generen chispas en el sistema de combustibe, por lo que los tanques deben soportar alguna quemadura y deben tener uniones estructurales firmes, a fin de que no se cuele una chispa por la corriente del rayo.